Acerca de Majagranzas
A principio del año 2005 esta era la historia original de Majagranzas:
El 12 de febrero de 2005 se envió la primera cita, y hasta el 28 de enero de 2008, fecha en que se envió la última, se enviaron 863.
Esto nos lleva a inicios del año 2011, cuando un correo eletrónico alertando de que el registro del dominio estaba próximo a expirar me trajo a la memoria que, en el fondo, Majagrandas era y es mi página.
Puede que no le dedique el tiempo ni el mantenimiento que se merece, pero mientras haya alguien que no haya leído el Quijote y aún dude si es menester hacerlo o no, vive Dios que ahí estará la cita diaria del Quijote para intentar que le pique el gusanillo.
Espero que, si todavía no lo habéis hecho, algún día os animéis a refocilaros con la lectura de este libro que debiera ser y para mí es "el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse".
Majagranzas.com cobra vida en Enero del año 2005 como la enajenación mental de dos majaderos, el uno amante del Quijote y del diseño, el otro amante del diseño y del Quijote, que plasman así el sueño de tener un sitio en internet en donde la creatividad se asocia a un contenido fundamental: el Quijote.Sin embargo el envío de citas fluctuaba entre los estados de ánimo de un seguro servidor, y a principios del año 2008 Majagranzas, entre tribulaciones y dilemas varios de este pobre loco que la administra, cae en el olvido. Por entonces mi todavía joven blog, Un misántropo en Manhattan, iba creciendo en visitas y en contactos, y aunque hubo quien se apercibió de que Majagranzas había dejado de mandar la cita diaria, ya no volvería a resurgir de las cenizas.
El apoyo y la inestimable colaboración de compañeros y amigos hace que majagranzas progrese desde el envío diario de citas selectas a unos pocos amigos y conocidos, hasta convertirse en un nutrido grupo de amantes del Quijote.
El 12 de febrero de 2005 se envió la primera cita, y hasta el 28 de enero de 2008, fecha en que se envió la última, se enviaron 863.
Esto nos lleva a inicios del año 2011, cuando un correo eletrónico alertando de que el registro del dominio estaba próximo a expirar me trajo a la memoria que, en el fondo, Majagrandas era y es mi página.
Puede que no le dedique el tiempo ni el mantenimiento que se merece, pero mientras haya alguien que no haya leído el Quijote y aún dude si es menester hacerlo o no, vive Dios que ahí estará la cita diaria del Quijote para intentar que le pique el gusanillo.
Espero que, si todavía no lo habéis hecho, algún día os animéis a refocilaros con la lectura de este libro que debiera ser y para mí es "el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse".
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